No hay nada comparable a los frijoles
en su caldo especioso y reposado
de manteca y tomillo sazonado
derrochando perfume en sus peroles
con pizcas de cebollas y de coles
presas de cerdo y de capón trozado
y todo alegremente rebañado
de envejecidos vinos y de alcoholes
Nada a esto compite en consistencia
y tan enorme culinario imperio
nos exige respeto y reverencia
de cuchara y trinchante gran misterio
destilado sabor de la sapiencia
sobrehumano y espléndido sahumerio
No comments:
Post a Comment